El titular del organismo planteó su rechazo a que “se piense en el inmigrante de hoy como en el que viene a sacarle el trabajo a los argentinos; como el que viene a incrementar los índices de criminalidad; como el que viene a ocupar la casa o el terreno que no le pertenece; y que se descalifique a la inmigración morena por el simple hecho de ser distinta -sólo en su aspecto físico- en relación a la que llegó hace 80 años. Y digo sólo en su aspecto físico porque el hecho de tener ojos rasgados no significa que se sea menos trabajador”. Y ejemplificó: “Así como los ‘tanos’, los ‘gaitas’ o los ‘rusos’ trabajaron hombreando bolsas en el puerto, o en el campo, o en las fábricas, o pusieron sus propios comercios, hoy vemos cantidad de inmigrantes que trabajan en la construcción, en la horticultura, la floricultura, la cosecha de la papa, del ajo, la cebolla, o la vid. El ‘turco’ de ayer ponía un bazar; el chino de hoy un supermercado de barrio; el ‘japonés’ abría una tintorería; el boliviano, una verdulería. El ‘ruso’ era artesano o ebanista; el paraguayo es un excelente pintor, yesista o albañil. ¿Cuál es la diferencia?”.
En su discurso, Arias Duval también realizó una enumeración de los logros obtenidos en pos de afianzar una política de inmigración inclusiva y eficiente, a la vez que destacó tanto la presentación del proyecto de reglamento de la Ley 25.871, como el inminente convenio con el Registro Nacional de las Personas, que permitirá a la DNM entregar el DNI a quienes obtengan su radicación en la Argentina, sin necesidad de hacer otro trámite en otra dependencia.
El acto abrió la banda de Prefectura Naval Argentina y un desfile abanderados de más de 30 países ataviados con trajes tradicionales. Tras entonarse el Himno Nacional con la actuación del tenor Gabriel Gaggero, media docena de inmigrantes pronunciaron un saludo de agradecimiento a la Argentina en sus idiomas de origen.
En representación de los inmigrantes, habló el presidente de la Federación Argentina de Colectividades, Fernando Lezkovec, quien valoró los avances y la apertura en política migratoria, así como la modernización de las tramitaciones.
Posteriormente, hubo una sentida invocación multireligiosa a cargo de representantes de distintos cultos. Monseñor Rubén Frassia, obispo diócesis de Avellaneda/Lanús y presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de Migraciones y Turismo, instó a recuperar el respeto por los inmigrantes y los refugiados, “que no son extranjeros en la familia de Dios”. En tanto que el pastor Carlos Caramutti, por la Convención Evangélica Bautista Argentina, bendijo a la inmigración valorizando la paz entre hermanos. Por su parte, el rabino Daniel Goldman, de la comunidad Bet-El, destacó el calor, color y profundidad conceptual del encuentro.
El programa festivo prosiguió con la actuación de grupos folklóricos de Bolivia, México, China e Italia, que fueron muy aplaudidos por los presentes.
Como cierre de la ceremonia, llegó el momento más emotivo cuando se hizo entrega de diplomas a 25 inmigrantes destacados por sus aportes al crecimiento del país, o que sobresalen por su desempeño en alguna actividad.
Después llegó el brindis en otro salón del Museo con un generoso cóctel multicultural integrado por 70 platos típicos internacionales; mientras en distintos espacios actuaban un conjunto italiano y gaiteros escoceses, a la par de distintos grupos que acompañaban con su canto conocidas canciones.
Paralelamente, los asistentes recorrieron las muestras históricas, un sector destinado a trajes originarios de diferentes nacionalidades y la exposición “Los Inmigrantes”, integrada por obras de la artista plástica Carlota Petrolini y poemas de Alberto Perrone.
Fue una celebración dosificada con motivos para reflexionar sobre la realidad migratoria, palpar la cultura de la diversidad, disfrutar de los shows y compartir el acontecimiento.
Cabe agregar que simultáneamente hubo actos similares en las delegaciones locales de la DNM en Santa Cruz, Mar del Plata, Misiones, Neuquén, Chubut, Salta, Bahía Blanca, Entre Ríos, La Rioja, Córdoba, Bariloche y Viedma, entre otras, donde se entregaron en total 4.000 diplomas a inmigrantes.