En esta ocasión, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien tras referir que la Argentina es el segundo destino de los flujos latinoamericanos, señaló que nuestro país “tiene políticas en el tema que se pueden utilizar”.
Lo declaró el 26 de mayo en Buenos Aires en el marco de una conferencia de prensa donde se explayó en torno a la restrictiva ley aprobada en Arizona (Estados Unidos). “Esa es la forma en que nunca se deberían tratar los temas migratorios, que tienen que ver con fenómenos sociales y económicos; no son hechos criminales”.
Al respecto, el funcionario de la OEA insistió: “Hemos pedido que esa ley no se implemente, que se converse seriamente sobre políticas migratorias y en ese sentido la Argentina tiene mucho que aportar al respecto”.
Sus opiniones fueron recogidas luego por diversos medios nacionales y extranjeros.
Cabe recordar que -entre otras ponderaciones- lo hecho por la Argentina en la materia ya había recibido el favorable reconocimiento de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con sede en Ginebra. El entonces director de la institución intergubernamental mundial, Brunson Mckinley, expresó que era “un ejemplo mundial”. Alegó que era “más positiva que el muro del que se habla, que funciona como un símbolo, pero dudo mucho de que me escuchen y sigan el ejemplo de Argentina y Bolivia".
En cuanto a lo vinculado con el concepto ideológico del fenómeno migratorio, el titular de la DNM, Martín A. Arias Duval, ha dicho que “es preciso tener en cuenta las causas de la inmigración y la situación de debilidad del inmigrante”, razón que llevó a instrumentar “una posición política que está escrita en la Ley: es un derecho humano más. El problema de inmigración es un problema de integración”.