El emotivo y concurrido acto contó con la presencia del Cónsul General de Bolivia en nuestro país, José Alberto Gonzáles Samaniego; del intendente de esa ciudad, doctor Jorge Ferreira; del cónsul Juan Carlos Espinoza Quintanilla Viedma; autoridades provinciales, miembros del Concejo Deliberante; invitados especiales y representantes de comunidades extranjeras.
En un tramo de su discurso, Gonzáles Samaniego agradeció a las autoridades argentinas de Migraciones que “están llevando adelante una política de brazos abiertos”. Destacó además que “hoy, gracias a Dios, y a la generosidad de la presidenta Cristina de Kirchner y Néstor Kirchner, todos los hermanos que vivimos acá, de manera sencilla, podemos tener nuestra radicación y nuestros documentos. Es una oportunidad fantástica que tenemos que aprovechar”.
Por su lado, el titular de Migraciones, en su alocución saludó a los hermanos bolivianos en su Día de la Independencia, valoró luego “el aporte cultural de la inmigración y a todos aquellos que vienen a trabajar en nuestra tierra”. Resaltó además la importancia del nuevo consulado boliviano y se refirió al cambio de legislación en los últimos años para facilitar los trámites a los inmigrantes, enmarcada en los principios constitucionales.
Tras la ceremonia, Arias Duval y Arana Pildaín junto al delegado en esa ciudad, Gastón Morales, encabezaron una reunión con el personal destacado en esa delegación donde se comentaron pormenores de las tramitaciones en el vasto territorio provincial, sobre todo en el marco del Programa Patria Grande.
Los empleados relataron diferentes experiencias y formas de cobertura para satisfacer la demanda de los inmigrantes en cuanto a la regularización migratoria, en una zona caracterizada por una fuerte presencia de extranjeros en producciones agropecuarias.
En Viedma viven entre 2.000 y 3.000 bolivianos, mientras que en toda la región patagónica, llegan a unos 100.000.